domingo, 29 de noviembre de 2009

29 de noviembre de 2009; XVII Vía Augusta, etapa 4: Calzada de Tera Fuente Encalada

Pasado el río Tera, recorrería la vía romana el costado occidental de la actual aldea, en dirección noreste, por entre los parajes de Las Huertas y Villariego y, después, por entre Huelmo y Las Laderas. Vestigios de su paso podrían ser algunas de las cárcavas, cuando no retazos de explanada, que todavía se perciben en el ascenso hacia el extenso páramo de raña denominado La Dehesa, prosiguiendo, poco después del cruce de la Autovía das Rías Baixas, hacia Los Carballicos para llegar, por entre Las Sorrietas y Los Quiñones, hasta San Juanico el Nuevo. La vía coincide en casi todo el recorrido de este sector con el camino tradicional, que se conserva en numerosos tramos, a no ser en determinados segmentos de agger en los que se detectan indicios claros del antiguo trazado romano o en plataformas más o menos marcadas. Desde San Juanico, ascendería por Las Calzadas, topónimo que se documenta inmediatamente antes de cruzar el Arroyo del Caño, hasta las inmediaciones meridionales de La Végara, para proseguir por La Labrada, La Barrera, La Vega, el Camino Carbayo y el Camino de la Vereda, pasando casi tangente al Barrio de Abajo de Brime de Sog. Desde este punto seguiría el llamado Camino Cuevo, todavía sin asfaltar, o, tal vez, otro próximo y paralelo a este por el sur, directo a la iglesia vieja (de San Juan) de Santibáñez de Vidriales.

Desde la iglesia de San Juan la vía proseguía directamente hacia Petavonium por El Hoyuelo, cerca del cual se detecta el expresivo topónimo viario "Pedrón", tal vez alusivo a un miliario. El camino romano entraría en la mansión de Petavonium por el sur, no sabemos si cruzando el campamento, para proseguir, contorneando el cerro de El Castro por el este, hasta Fuente Encalada, lugar en el que se han detectado tres miliarios.

domingo, 15 de noviembre de 2009

15 de noviembre de 2009; XVII Vía Augusta, etapa 3: Villardeciervos, Calzada de Tera.

Partimos hoy de Villardeciervos, lugar donde finalizamos la anterior etapa, en dirección a Villanueva de Valrojo siguiendo la carretera que une ambas localidades; aunque si lo que  pretendéis es seguir el trazado original debemos ir al paraje de Villarino.

Entre Vilarino, posible sede de una mutatio y el llamado Puente de la Ribera de los Corrales, de nuevo aparece el relieve ligeramente accidentado, lo que no es obstáculo para que la vía, solo reconocible como camino antiguo, serpentee a través de portillo que se abre en la ladera y una vez rebasado, contornee por el norte de la zona de los corrales para llegar al Puente de la Ribera y enfilar decididamente hacia oriente por la Cuesta de la Mina, en donde se perciben claramente sus vestigios, El Robledo, Orrieta de los Gallegos y Pinar de Valdeconso, en donde giraría hacia la derecha, siguiendo desde aquí, más o menos, el trazado de la carretera que comunica Villardeciervos con Villanueva de Valrojo, a través de Valdaliste, los Baladrones, La Salguera, en donde se halla situada una fuente arcada.

En este tramo, permanecen muchos restos de calzada y otros signos de romanidad como son los fragmentos de agger y explanada de la Cuesta de la Mina o la dilatadas plataformas existentes en los prados de El Robledo y Orrieta de los Gallegos, en donde existe una inscripción dudosamente romana. A partir del Pinar de Valdeconso hasta un kilómetro antes de Villanueva de Valrojo, se perciben en las fincas contiguas pozos de extracción de rellenos, detectables durante la primavera cuando las tierras se hallan sembradas de cereal. Inmediatamente después se notan a la derecha de la carretera las tajaduras efectuadas en la roca para encajar la vía a o largo de unos cinco metros y ya rebasada la fuente de la Salguera, una nueva tajadura.

La vía seguiría por el interior de la actual población de Villanueva pasando por detrás de la iglesia parroquial a través de Vatallas, Fontalba y los Blancos, por un camino que marcha en suave ladera a la salida de la población hasta el Alto de la Forca, parece que tiene buen gradiente y posibilitó la organización del urbanismo de la población en torno a su decurso.

Desde el campo de fútbol de Villanueva de Valrojo, y a través de Urrieta de las Vacas, los ves­tigios de la vía se hacen todavía reconocibles en las fincas de labor. Ya, al final de Urrieta de las Vacas y contiguo a la gravera aban­donada, que llaman La Parva, se percibe un sector de la plataforma de la vía de unos cien metros de longitud por cinco o seis de anchura.

Cruzada inmediatamente la carretera que enlaza Zamora con Ourense por el paraje de Rompealbarcas, la vía romana se inclinaría a la derecha para ascender hasta el cerro de El Muelo a través de Las Forcadas y La Portillada, prosiguiendo por entre los términos de La Talanquera y el Tamboril, así como por las estribaciones septentrionales del Pico la Lar, prade­ras de Aveseo y Quiñones de Francos para, seguidamente, y rozando las estribaciones septen­trionales de El Muelo, con petroglifos en su cumbre, descender hacia Olleros por la Chana de la Manga y la Laguna de la Dehesa, siguiendo el llamado Carril de los Cervatos, que no es otro que el trazado de la antigua vía romana.

Inmediatamente antes de llegar a Olleros de Tera, en el paraje denominado Las Tierras del Gallo la vía tuerce hacia El Valle, en dirección a Calzadilla. En este paraje se descubren los fragmentos de tégula de una nueva mutatio y un sector de vía, a mane­ra de plataforma, de unos cien metros de longitud por 6 de anchura, roto en dos por la acción del Arroyo del Valle e interrumpido a mediodía por el ámbito del cementerio. Después del cam­posanto, y por el que se sigue llamando Carril de los Cervatos, llegaría a Calzadilla de Tera, reco­rriéndola de oeste a este para, una vez rebasada la población, torcer hacia la izquierda en busca del río Tera, que cruzaría, sin duda, por el desaparecido puente de El Vado construido con pilas líticas apoyadas sobre pilotes de madera hundidos verticalmente en el lecho del río sobre las que se sobrepon­dría un solado de madera soportado por vigas de la misma naturaleza. De tal entramado única­mente se conservan diversos pilotes hincados en el lecho del río, discernibles tan sólo durante los meses de máximo estiaje.

lunes, 19 de octubre de 2009

18 de octubre de 2009; XVII Vía Augusta, etapa 2: Figueruela de Arriba Villardeciervos

Saldría la vía romana de la aldea por la Cruz de San Fabián, contorneando por el sur el altozano que marca el descenso hacia el arroyo de Ruidanta. Se conservan todavía vestigios de su encajamiento. A partir de este punto cruzaría, de sur DSCF0028a norte, la carretera para remontar el pequeño valle de Ruidanta por el costado izquierdo; y sólo cerca ya de la cumbre giraría a la derecha, buscando la Rodera de Garuza, siguiendo la cual cruzaría la actual carretera de Flechas para proseguir por la llanura de las Las Llatas en donde, entre esta denominación y La Trapa o Sobacana, se conserva el trozo de agger más impresionante de todo el recorrido, con casi tres metros de altura máxima y no menos de un kilómetro de longitud casi ininterrumpida.

Prosiguiendo por Valdecodeso, en cuyo tramo ofrece fehacientes vestigios de su encajamiento sobre el terreno, llegaría a El Teso, en la margen misma de la carretera que va desde Mahíde a San Pedro de las Herrerías, carretera con la que marcharía paralela en sectores, coincidiendo con ella en otros, para, a la entrada del pueblo, derivar hacia el casco urbano, que recorrería de sur a norte, rebasando otra vez la carretera hacia el oeste y marchando paralela con ella durante un corto tramo. Finalmente, y ya cerca del portillo, contornearía hacia la derecha las estribaciones septentrionales de Peña La Aldea para iniciar el descenso hacia Boya.

100_0500El descenso desde el Portillo de San Pedro de las Herrerías hacia el valle de Villardeciervos se hace, en principio, siguiendo la curva de nivel novecientos, primero por el lado izquierdo de la actual carretera, a partir del pontillón de Regato Zama (de los Prados), internándose hacia la derecha por una gran cárcava de las estribaciones septentrionales de la sierra en donde la explanada de la vía se hace espléndidamente visible bajo la sombra de los pinares; primero, a lo largo de una recta de unos cien metros de longitud, y después describiendo un bucle de ida y vuelta para adaptarse, tanto a la forma como al gradiente del terreno. De esta manera, sigue discurriendo, cuesta abajo, paralela a la carretera, y a unos cincuenta metros de ella, hasta medio kilómetro antes de Boya, punto a partir del cual se desvía a la derecha, actualmente por una zona de matorral y robledo ya poco reconocible, que la lleva hasta el arroyo de Prado Gillín, unos trescientos metros a la derecha de la carretera actual, frente al punto kilométrico 13.

A partir de aquí son discernibles de nuevo amplios sectores de explanada, primero al ascender, en curva, hasta la Chana de Valdetallas, y después, en agger, en un notable sector de este mismo lugar. Se pierde, de nuevo, en las márgenes del arroyo de Valdetallas para reaparecer otra vez, a manera de plataforma, en la suave pendiente que la conduce hasta el pinar de Valdetallas, y en forma de prolongado agger rectilíneo a lo largo de éste y hasta las proximidades del Vivero del Portillo. Desde aquí vira ligeramente hacia la izquierda, atravesando en línea recta La Llagona y Cabañas, hasta Villarino.

En este lugar es donde nosotros abandonamos la ruta para ir en busca de Villardeciervos, lugar donde, esta vez si, realizaremos un autentico empapuce en el restaurante Remesal.

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domingo, 4 de octubre de 2009

4 de octubre de 2009; XVII Vía Augusta, etapa 1: Sao Juliao Figueruela de Arriba

El proceso de romanización hubiera sido imposible si no hubiese existido una buena red de comunicaciones entre los distintos puntos del imperio, tomando como punto de partida Roma, comenzaron a construirse las primeras calzadas que facilitaron tanto el imparable avance de las legiones como el transporte de mercancías. Al tener un significado militar considerable, se desarrollaron sistemas más complejos de construcción de calzadas con vistas a hacerlas más permanentes y mejores para soportar diferentes tipos de tráfico.

corte Los romanos siempre seguían un procedimiento estándar a la hora de construir una calzada, aunque supieran adaptarse con facilidad a las necesidades y a los recursos de cada región. Se abría una zanja bastante profunda en la que se disponía una capa de piedras gruesas, conocida como statumem, normalmente, bastaba con ir colocando piedra desmenuzada dispuesta en capas, sobre este statumem se colocaba otra capa formada por arena y gravilla que recibía el nombre de rudus. A continuación se ubicaba un revestimiento formado por piedras trituradas mezcladas con cal llamado nucleus. Cubría toda la estructura el pavimentum o summa crusta, es decir, losas de piedra talladas a medida que formaban la superficie de la carretera.

Cayo Graco, un político que vivió en el siglo II a.C., fue quien introdujo la legislación acerca de la construcción de calzadas, se encargó de que todas las calzadas estuvieran medidas en millas y marcadas con miliarios, éstos tenían forma circular con un diámetro que oscilaba entre 0,50 a 0,80 metros, y medía entre 3 y 6 metros de altura. Para conocer la distancia recorrida y el camino que quedaba para llegar a la ciudad de destino, los viajeros disponían de unos hitos de piedra llamados miliarios, que se levantaban a los lados del camino, las distancias se expresaban en milia passuum, que equivalía a 1.481 metros y constaba de 1.000 pasos de 1,48 metros.

Los desplazamientos se realizaban en caballerías y en diversos tipos de carruaje que hacían que los viajes fueran lentos y pesados, por ello se establecieron paradas de postas en los mismos márgenes del camino. Su disposición no era, como norma general se establecía una separación que estaba en torno a los 20.000 pasos (30 Kilómetros), aunque variaba en función de las dificultades que presentaba la orografía del terreno. Las más sencillas eran las llamadas mutationes y en ellas los viajeros podían comer, dormir y cambiar las caballerías. También se levantaron establecimientos denominados mansio (mansiones. Estos lugares de mayor importancia casi estaban reservados exclusivamente al alojamiento de autoridades. Con el paso del tiempo algunos de estos emplazamientos se convirtieron ciudades. La mayoría de estas mansiones aparecen relacionadas en el Itinerarium de Antonino.

Podemos ubicar en el tiempo de la Vía a Bracara Asturicam, XVII del I. de Antonino, por los miliarios de Augusto de Zebral (Vieira do Minho) y Castro de Aveláes (Bragança), datados en los años 5 y 2 antes de la era, respectivamente. Su trazado, a grandes rasgos, se estableció de Oeste a Este, desde Bracara hasta Asturica, pasando por la mansión de Ad Aquas, la futura Aquae Flaviae, hoy Chaves (Portugal). Los miliarios que la jalonan son abundantes en el área de Aquae Flaviae y más raros en el resto del recorrido. Pese a todo, se contabilizan un total de unos 85 ejemplares, muchos de ellos con texto bien conservado y mención de la milla correspondiente.

Las mansiones, lugares de descanso y alojamiento, que el Itinerario de Antonino señala para este camino son, además de las dos capitales de convento, Salacia (reductible a Vieira do Minho), Praesidium (Castro de Valongo, Montalegre), Caladunum  (Arcos/Castro de Pedrário, Montalegre), Ad Aquas (Chaves), Pinetum (Castro do Cabeceo, Valdetelhas), Reboretum (Castro de Ousilhao, Vinhais), Compleutica (Castro de Aveláes, Bragança), Veniatia (proximidades de San Pedro de las Herrerías), Petavonium (Ciudadela, Rosinos de Vidriales), Argentiolum (inmediaciones de Villamontán, León) y Asturica Augusta (Astorga).

Desde Sao Juliao de Palacios la ruta llega a la actual frontera hispano portuguesa a traves de los “Lameiros da Calçada” unica comunicación directa posible con Moldones.

Grupo  Calzado" se denomina el puerto o paso sobre el Río Manzanas y "calzada" es llamado, asimismo, el camino cuando inicia el ascenso hacia el primer escalón del valle, lugar en que más genuinamente se conserva su facies romana. Las rocas de la orilla derecha aparecen perfectamente tajadas y alineadas, así como bien marcado el perfil de la orilla izquierda, bajo cuya cobertera vegetal se esconde, sin duda, un bien cimentado muro de contención. La anchura media de la caja supera ligeramente los seis metros.

Por otra parte, en el glacis de erosión o suave ladera existente entre el curso del Manzanas y la colina que acabamos de mencionar aparecen numerosos fragmentos de tégulas romanas, si bien no tan abundantes como para hacer pensar en la existencia de un gran establecimiento atribuible a aquella época. Creemos, por el contrario, que debió de tratarse de una simple mutatio o cuadra para el relevo de tiros de animales de transporte, imprescindible en lugar tan fragoso y apartado.

La dirección marcada por el tramo genuino inicial al que antes nos hemos referido, enfila hacia el estrecho valle de las Llanuronas, con condicionantes topográficos iniciales óptimos y con testimonios sólidos de que por aquí ha discurrido un camino importante, algunos de cuyos vestigios de explanada y cortes aún se conservan. La vía romana se ceñiría por la derecha a la ladera nordoriental del cerro de La Capilla para subir por él más descansadamente hasta la penillanura, no sin antes trazar una Z sobre la cañada de ascenso con el fin de amortiguar la pendiente. Desde aquí, y por las estribaciones septentrionales de El Farón, proseguiría por el camino tradicional, al que en su casi totalidad se sobrepuso una pista moderna.

via Después, la vía romana seguiría, según testimonio unánime de los vecinos de Moldones, el trazado de la moderna pista forestal, a través de los parajes de Las Llatas, Horrieta Cueva, Cruz de la Encina y Prao Concejo, hasta la aldea de Moldones, población por la que entraría, cruzándola transversalmente, en dirección a la actual iglesia parroquial.

La salida de Moldones hacia Figueruela de Abajo se efectuaba por El Prado, en donde empieza a percibirse el encajamiento del decurso del histórico camino, desde El Prado, y a través de El Rabil, el trazado de la ruta se hace totalmente reconocible, tanto por el encajamiento topográfico que ofrece en algunos lugares como, sobre todo, por el agger plenamente visible, cuando no por los vestigios de su destruído relleno, que asoma a superficie a lo largo de su decurso; agger, por otra parte, plenamente perceptible en el cantil septentrional del corte producido por la pista, tras haber doblado ya en ángulo, buscando la nueva dirección. Después avanza, levantada a manera de lomo sobre el terreno, a través de El Carrascalico, Las Encruciadas, El Sierro o Valtadera y el Calzón, desde donde tuerce nuevamente hacia Figueruela de Abajo, pasando por Franucero y Alto del Corte, ya avistando Figueruela de Abajo. Entre El Calzón y Figueruelas la vía es plenamente reconocible en numerosos tramos, hallándose totalmente destruida en otros, prosiguiendo, de Suroeste a Noroeste, por el centro de la población, hacia Figueruela de Arriba y arribando a las proximidades de la iglesia parroquial por el sur, un sector de vía que actualmente se halla sepultado bajo los cercados del entorno.

lunes, 21 de septiembre de 2009

20 de septiembre de 2009; Por tierras de La Raya


La ruta discurre por tierras de la raya, como popularmente es conocido el límite fronterizo entre Portugal y España, aunque esta separación política no ha tenido trascendencia social ya que los pueblos de ambos lados han convivido estrechamente.La pobreza del medio, su aislamiento geográfico y la emigración han provocado que este entorno no haya sido alterado por elementos extraños.

Comenzamos la ruta en Riomanzanas, en donde destaca,aparte de la arquitectura tradicional, su puente de piedra de un solo arco que sirve para cruzar el Arroyo Fontano que fluye por el medio del pueblo. Salimos siguiendo el Arroyo Fontano en dirección al Río Manzanas para entrar en el pago de Toza Larga, donde giraremos a la derecha pudiendo tomar cualquiera de los dos caminos que vemos al frente, siendo el más indicado el que vemos un poco más alejado ya que discurre bajo castaños, haciendo más agradable el paseo. Vamos remontando el curso del Río Manzanas hasta llegar a la confluencia con el Río Guadramil que nos acompañará hasta la llegada a la localidad de su mismo nombre. El camino que traemos desemboca en en la carretera que lleva a Guadramil, giraremos a la derecha y tras 1,5 Km entramos en sus calles

Guadramil es una población típicamente portuguesa, destacándose por haber sido una aldea comunitaria, sus habitantes realizaban las faenas del campo (la siega, el acarreo, las majas, las trillas, la molienda...) entre todos, se empezaba por una casa y hasta que no se llegaba a la última nadie del pueblo descansaba.

Salimos de Guadramil por el camino de Sal Moido y tras 3 Km tomamos un camino que sale a la derecha y que nos lleva a los barracones de las minas donde se extraía hematita y siderita, minerales de los que se obtiene hierro. Seguimos hacia la derecha por el camino que hay por detrás de la casa y tras aproximadamente 500 metros tomamos el camino que aparece a la izquierda que nos lleva hasta el límite fronterizo y desemboca en un cortafuegos en fuerte pendiente que bajamos hasta llegar nuevamente al Río Manzanas que cruzamos por el Vado del Castañal, ahora nos queda la subida hasta Santa Cruz de los Cuérragos por el camino de La Andorlina que desemboca en el camino de Riomanzanas, al llegar a este giramos a la izquierda para visitar Santa Cruz de los Cuérragos y tomar un refrigerio en la casa rural.

Santa Cruz de los Cuérragos se encuentra ubicado junto a la frontera Portuguesa y en la confluencia de tres comarcas zamoranas: Aliste, Sanabria y La Carballeda lo que acentúa su carácter fronterizo.

Tras el descanso retomamos la marcha por el camino de Riomanzanas que tras 6 Km nos lleva al final de nuestra marcha. Poco antes de llegar a Riomanzanas nos topamos a la izquierda del camino con el castro del Otero en la actualidad cubierto de jaras pero donde todavía se pueden distinguir restos de sus dos fosos defensivos y piedras hincadas en medio de ambos.

Llegamos finalmente a Riomanzanas donde damos buena cuenta de nuestros bocadillos a la orilla del río, ya se que esto no es un empapuce al uso, pero, qué queréis, estamos empezando la temporada y no conviene abusar antes de coger el ritmo.

22 de agosto de 2009, O Día do Camiño


El día 22 de agosto, Ayuntamiento de Lubián con nuestra colaboración realizó el día del camino.
La ruta transitó entre Chanos, Las Hedradas y el Santuario de la Tuiza.
Al finalizar la ruta se dió cuenta de un magnífico escabeche a la orilla del Río Tuela.

jueves, 11 de junio de 2009

7 de junio de 2009, Peña Cerreos



La intención era subir Peña Ubiña pero con la niebla agarrada a la montaña era imposible con lo que nos conformamos con subir a Peña Cerreos.

domingo, 24 de mayo de 2009

24 de mayo de 2009; Trabazos, Ruta de los lobos


La ruta se inicia en las inmediaciones del pabellón de deportes, en el inicio de la carretera comarcal que nos lleva a la localidad de Latedo, en apenas un kilómetro nos adentramos hacia la plantación municipal de castaños de la Majada, discurriendo por caminos públicos llegaremos hasta la ribera de arriba, donde visitaremos la fuente de la Cazoleta y las ruinas del molino de Rafael, cruzaremos la ribera por un puente tradicional de piedra, en dicha ribera nos encontramos especies arbóreas tan representativas como los alisos, siempre a pie de río contribuyendo a mantener el agua fría y oxigenada, fresnos de hoja estrecha, chopos, álamos; dicha ribera forma parte de la Red Europea Natura 2000 como LIC Riberas del Río Manzanas y Afluentes.

Continuaremos el recorrido por un camino,rodeados de monte bajo y encinas, donde nos adentraremos en el paraje denominado el Bostal, bosque de pinos y hábitat de otras especies como el lobo, ciervo, corzo, jabalí... La ruta se adentra en este bosque para llegar de nuevo a la ribera de arriba, en el puente de la Canzona, donde podemos admirar unas de las muchas presas de retención de aguas restauradas en los últimos años que contribuyen en época de estío a proteger la fauna de esta ribera (cangrejo, nutria...). En ese momento la ruta transcurre ribera abajo hasta llegar a una nueva fuente, la de Fernangao, donde podemos admirar un antiguo colmenar de piedra.

Subiremos hacia la carretera de Latedo atravesando monte bajo, para bajar hacia la Rivera de Cuevas, (también declarada zona LIC) hasta llegar a la presa y Área Recreativa la Peñona, desde donde tendremos la alternativa de subir a una pequeña cueva natural desde donde podemos disfrutar de un espectacular paisaje. Seguidamente y paralelo a la ribera bordearemos el espectacular cañón de las Fragas, donde disfrutaremos de la flora y fauna únicos como la cigüeña negra, el alimoche, la nutria... visitaremos la fuente la Mejadera, desde la cual avistaremos el castro prerromano de las Fragas.

Finalizaremos el recorrido discurriendo por caminos públicos hasta regresar de nuevo al punto de partida en la localidad de Trabazos.

sábado, 2 de mayo de 2009

10 de mayo de 2009; PR LE-14, Ruta de la Tebaida Berciana


Quizá lo primero que sorprende de esta ruta es su nombre. El origen hay que buscarlo en los primeros ermitaños cristianos, que se establecieron en los desiertos más aislados como el de La Tebaida, en el antiguo Egipto, buscando un retiro en solitario (ermitaños y anacoretas) o en grupo (cenobitas). A partir de este momento, en el siglo IV, discípulos de éstos se dispersan por el mundo en busca de lugares inhóspitos y solitarios.

Así, San Fructuoso funda en el siglo VII el Monasterio de Compludo, que abandona años después para buscar la soledad de Castro Rupiano, en el valle del Oza. Se inicia de esta manera al construcción del Monasterio Rupianense, origen del actual Monasterio de San Pedro de Montes. A finales del siglo IX San Genadio inicia la reconstrucción de este templo y reinstaura la vida eremítica en la zona junto a doce monjes más con la fundación de otros dos edificios religiosos en los alrededores de Peñalba de Santiago: uno en honor a San Andrés (se cree estuvo en los prados de San Andrés) y otro en el Valle del Silencio en honor a Santo Tomé. Desde entonces el Valle del Silencio, el Valle del Oza y el valle del Friguera, se conocen con el nombre de la Tebaida Berciana.

Un recorrido denominado Ruta de la Tebaida Berciana circular, con la posibilidad de algunas variantes, permite conocer los espectaculares paisajes desde el Cordal de los Montes Aquilianos y sus circos de Pico Tuerto, Silencio y Friguera, hasta las frondosas riberas del río Oza. La mejor opción es la que señalizada como PR.LE-14 y que enlaza Montes de Valdueza, Peñalba de Santiago y la Herrería de Montes.

Aunque podemos alargar un poco el kilometraje del recorrido iniciando la ruta en San Clemente de Valdueza, vamos a ceñirnos al recorrido señalizado y balizado como Pequeño Recorrido y establecemos el inicio y el final de la ruta en el pueblo de Montes de Valdueza (930 m. altitud). Allí se encuentra el monasterio de San Pedro de Montes, que actualmente se halla en proceso de rehabilitación. La parte mejor conservada es la torre románica del siglo XII y XIII.

En la explanada de tierra que existe junto al monasterio se encuentra un panel informativo con la ruta, en el punto donde comenzaremos el recorrido. En primera instancia la ruta desciende para cruzar el arroyo de Montes y comenzar después la subida más pronunciada del recorrido. Iniciamos la subida entre castaños para llegar a Castro Rupiano (1.090 m.), antiguo asentamiento astur y romano. La ruta sigue hacia la izquierda aprovechando el llano del canal romano construido por el Imperio dentro de la gran obra de ingeniería de los canales relacionados con Las Médulas. La ruta vadea el arroyo de Pico Tuerto cerca del precioso paraje de las Furnias un poco más adelante y continua por la ladera entre árboles (principalmente encinas y tejos) y pequeños cachales hasta llegar, siempre hacia la izquierda obviando la senda que sube al roquedo, al Chano Collao. Los 1.305 metros de altitud de este collado son un mirador de primer orden sobre toda la zona, especialmente sobre el Valle del Oza –y en concreto Peñalba-, y suponen, además, la cota más alta de la excursión.

Desde Chano Collao, con un gran marco de alta montaña a nuestras espaldas, emprendemos la bajada hacia el robledal de La Torrecilla y un poco más abajo los Prados de San Andrés. Durante el descenso atraerá permanentemente nuestra mirada la auténtica postal que conforma la estampa de Peñalba de Santiago flanqueada por las moles rocosas del Pico Cueto y el Pico de la Cruz, ambas por encima de los dos mil metros de altitud.

La ruta cruza ahora tras un pequeño giro a la derecha el arroyo del Silencio en las inmediaciones de la Cueva de San Genadio y comienza una ligera subida por camino más ancho hacia Peñalba. Cruzamos un nuevo curso de agua, el arroyo de Friguera, y entramos en las calles de este precioso pueblo leonés (1.105 m.). Peñalba de Santiago es un pueblo medieval con excelentes muestras de arquitectura tradicional –fachadas en piedra, balcones de madera y techos de pizarra-; un pueblo por el que perderse paseando sin desperdiciar ningún rincón y por supuesto mucho menos su verdadera joya, la iglesia mozárabe en la que San Genadio fundó el Monasterio en el siglo X.

Bajamos aproximadamente un kilómetro por la carretera hasta la zona de El Jardonal, y siguiendo las excelentes indicaciones, tomamos la senda antigua en un trazado de subidas y bajadas para llegar al paraje de La Previsa (945 m.) dejando atrás las ruinas de la ermita de los Corrales de San Mateo, donde queda alguna cabaña. Disfrutando de las nuevas perspectivas, emprendemos la bajada hacia la Herrería de Montes, hoy en ruinas (725 m.).


Junto a los muros derruidos de la herrería, la senda nos lleva durante la última hora del recorrido de nuevo al pueblo de Montes abriéndose paso por la ladera tupida de vegetación entre brezos y retamas y completando de esta forma uno de los recorridos senderistas más gratificantes de la provincia leonesa. La ruta de la Tebaida Berciana, por naturaleza, patrimonio y belleza de sus pueblos, desde luego no deja indiferente.

Texto: Turismo Rural y Aventura.com

jueves, 30 de abril de 2009

23-26 de abril de 2009, Budapest.

Aprovechando el puente de la comuidad los semurandantes nos fuimos a conocer Budapest por donde nos dimos unas buenas pateadas y por supuesto, sus correspondientes empapuces, que si quereis que os diga la verdad no se muy bien en que consistieron.

miércoles, 8 de abril de 2009

29 de marzo de 2009; Arroyo del Espinoso y Arroyo de las Melendreras


La ruta de hoy ha sido preparada por Rafa, y consistía en remontar el Arroyo de Riofrío desde Valer hasta la fuente de los cinco caños, pero un pequeño despiste en la identificación de los arroyos nos llevó a remontar los del Espinoso y de las Melendreras para llegar a Sarracín de Aliste.
En lo que no hubo ningún error fue en el empapuce posterior, patatas con pata en Casa Pepa de Ferreruela de Tábara.

22 de marzo de 2009, Pozo de los Humos

martes, 17 de marzo de 2009

GR 14del Duero, Senda Hinojosa de Duero Barca D'Alva, 15 de marzo de 2009


En Hinojosa tomamos dirección al Teso de la Ermita y antes de llegar a él seguimos por el camino de la izquierda por el que continuamos hasta un cruce de caminos que hay a la altura de una nave de ganado, donde tomamos el camino que nos queda a la derecha donde empezamos a ver las balizas del GR.


Salimos por la hoja de la Ribera, una de las tres que había en Hinojosa que hace referencia al sistema de cultivo de tres hojas que consistía en dividir el terreno en tres partes y de las que una se cultivaba, otra quedaba en rastrojo para aprovechamientos de pastos para el ganado y otra en barbecho.

Al cabo de 3 Km. pasmos bajo el puente de la vía del tren y un poco más adelante cruzamos el regato del Froya.


Tras un tramo de subida entre paredes de piedra entramos en el valle, caminamos ahora por un terreno  descasado donde divisamos del lado portugués la Foz do Misterio, el Poblado da Guarda y la mole do Penedo Durao; vamos descendiendo para luego subir al  Lomo Frejo.

El Gr atraviesa la carretera de Portugal y entramos en la Fregeneda. Seguimos por el camino que aparece de frente, pasamos por la fuente del Pozoabajo, entramos en la Calzada Vieja, que nos lleva hacia la Cruz del Canto, una de las tres donde se bendecían los campos por San Marcos, 25 de abril, rotando al ritmo de las hojas que tocaba sembrar cada año.


A la altura de la cruz el camino se divide, nosotros seguimos el de la derecha, el camino tiene pendientes ya que hay que salvar los valles del los arroyos de Alameda de San Esteban y de los Poyos, este camino que seguimos acaba al encontrarse  con la carretera CL 517; de frente vemos el camino de Valicobo, más tranquilo y sin escesivas pendientes excepto al principio, a los dos kilómetros nos encotramos con un monolito que nos indica que estamos entrando en la finca de Valicobo y posteriormente nos encontramos con la verja que da acceso a la finca y que tenemos que cruzar y volver a dejar cerrada. Tras un kilómetro llegamos al alto del teso de Cabeza de Cántaro y empieza la pronunciada bajada hasta la quinta y posteriormente al muelle fluvial de Vega Terrón.


Cruzamos el río Águeda por el viejo puente del ferrocarril y tras 2 Km. llegamos a Barca D'Alva, ya en Portugal y lugar donde damos por finalizada la etapa y el recorrido de este GR 14 que empezamos alla por el día 28 de septiembre en Moral de Sayago.


Y como no para celebrar el final del camino hicimos un "almorço" en el restaurante O Bago D'Ouro, donde no es que fueramos generosamente atendidos, pero al menos nos "invitaron" a una botella de vinho de Porto.

miércoles, 4 de marzo de 2009

GR 14del Duero, Senda Saucelle Hinojosa de Duero, 1 de marzo de 2009



Hoy durante medio recorrido abandonamos la señalización del GR 14 dado que nos parece más interesante y cómodo realizar esta etapa por un camino que nos lleva a la vera del Duero y más directo al Salto de Saucelle.

El camino comienza en la calle la Polla y pasa por la Fuente de la Gallarda donde encontraremos la señalización de la ruta del mirador del Picón del Moro que transcurre por el camino de la Dehesa Boyal, con una longitud de 4.5 Km. hasta el merendero, corta suavemente la ladera del arribe que da al Arroyo de Valdegarcía primero y más tarde al embalse. A la vera del ondulado itinerario, como cuando cruza el Arroyo del Fresnal, sobresalen majestuosos ejemplares de alcornoques o sobreros, y bancales con almendros y olivos. El camino mure en la pradera del Llano donde se puede disfrutar de hermosas vistas desde el mirador del Picón del Moro sobre la presa de Saucelle.


El camino atraviesa la finca la Dehesa Boyal, con lo cual nos encontraremos con su correspondiente portera que debemos dejarla como nos la hemos encontrado. Nos podemos pastando ganado y no se le debe de molestar.

Tras cruzar otra portera salimos a la carretera que desciende al poblado del Salto de Saucelle por la que continuamos durante 3,5 Km. hasta llegar al poblado, donde ya nos encontramos con las indicaciones del GR 14 y aprovechamos para hacer una parada para reponer las fuerzas que necesitaremos para afrontar la subida que nos espera hasta Hinojosa de Duero.

La segunda parte de la ruta fue en tiempos una antigua vía de comunicación, pero también de paso para los saqueos a uno y otro lado de la raya.

Continuamos durante 1,6 km. por la carretera del poblado a Hinojosa, dejamos a la izquierda el túnel de la central y cruzamos e Huebra y nos encontramos con el sendero, perfectamente señalizado, a la izquierda, en una curva de la carretera que ha quedado sin servicio, a partir de aquí y durante 6 Km. remontaremos los 445 m. de altura, desde los 166 m a los que se encuentra el poblado del Salto a los 611 de Hinojosa de Duero.

El camino se aparta de la carretera y comienza a subir, se va estrechado a medida que subimos y pronto vamos ganando en vistas sobre el valle.
Seguimos a la derecha del arroyo de la Arañera y de la Magdalena, seguimos ascendiendo en zig-zag y a trechos lo hacemos por un empedrado de pizarra y cuarcita, durante toda la subida nos acompañan las encinas, la jara y el enebro. A nuestra espalda divisamos el Duero, el poblado y la central. Cruzamos bajo dos líneas de conducción eléctrica y vamos viendo cada vez mas lejanos los fondos de los valles. Continuamos por la derecha del regato Guadalto caminamos un trecho a la izquierda de la vía del tren para luego cruzarla, un poco más tarde llegamos a la fuente del obispo con estilo de templo y tejado a dos aguas.

Entramos en las calles de Hinojosa por la izquierda de la carretera del salto, justo en las afueras del pueblo.

Hinojosa se asienta a los pies de un cerro en el que se recorta la vieja iglesia parroquial, hoy ermita del Cristo de la Misericordia, románica de principios del siglo XII. Desde el mirador que se encuentra el Sagrado Corazón, podemos admirar las panorámicas sobre la penillanura y los arribes del Duero y del Huebra.
Nosotros continuando nuestras buenas costumbres finalizamos la jornada comiendo en El Rincón Charro, en la cercana localidad de Lumbrales.

lunes, 16 de febrero de 2009

GR14, Senda del Duero, Mieza Saucelle; 15 de febrero de 2009


Debido al incidente de la anterior salida, cambiamos la planificación del calendario.

Hoy partimos de Mieza de donde salimos por la calle de Vilvestre que nos lleva a las indicaciones del GR. 


En los campos cercanos al pueblo vemos los frutales perfectamente cuidados. Siguiendo el camino llegamos a la charca de las Escarbajas que se encuentra a la derecha del camino, vamos bajando y en la lejanía ya vemos Vilvestre, tras 5 Km. Llegamos al puente de Mieza que cruza el regato El Catón, desde aquí hasta Vilvestre nos queda por recorrer unos 2 Km. por el camino de los Fermines.

Entramos en Vilvestre por la calle de Hondovilla que nos lleva hasta el Rollo Jurisdiccional, columna labrada que simboliza el poder que tuvo esta villa; continuamos por calle de San Sebastián y calle de los pozos que nos llevan a las marcas del GR.


En Vilvestre podemos ver el taller neolítico situado en el cerro que domina el pueblo, y que constata la antigüedad de los orígenes de la localidad. Más tarde en el cerro se edificó una pequeña fortaleza de la que quedan restos de la muralla defensiva.

Salimos de Vilvestre, pasamos por la fuente del Calabozo y tras recorrer 1,5 Km. la ruta gira a la derecha por el camino del Escarbadero, empedrado con grandes lanchas de pizarra, que nos ameniza el caminar durante 3 Km. desembocamos en un camino de concentración que es una sucesión de subidas y bajadas desde donde podemos ver nuestro destino, Saucelle, al que se llega tras recorrer 1 Km. por la carretera de Saucelle a Barruecopardo.

El empapuce lo perpetramos en Barruecopardo en el bar La Buhardilla, dando buena cuenta de un cocido.

domingo, 1 de febrero de 2009

GR14, Senda del Duero, Masueco Salto de Aldeadávila; 1 de febrero de 2009



Salimos de Masueco por la SA-314 den dirección a Aldeadávila, a la salida del pueblo vemos las indicaciones del GR 14 en un camino que aparece a la margen izquierda, se trata de la Calzada Vieja, que nos acerca en poco tiempo a la pequeña localidad de Corporario, donde entramos pasando al lado de su iglesia y cementerio. Salimos de Corporario y acto seguido entramos en Aldeadávila.


El origen altomedieval parece estar relacionado con la defensa fronteriza, al asentarse en el enclave población abulense dando lugar al nombre de la aldea. Destaca la torre de la iglesia de San Salvador que se eleva 40m y orientada a la frontera con Portugal, lo que desvela su carácter de punto de vigilancia.

Seguimos nuestro camino por las calles José Antonio Caballero, del mimbrero y llegamos al Pilar de San Marcos donde tomamos el Camino de las Navas. Tras 2,6km. nos encontramos la carretera que lleva al Salto, nosotros seguimos por el camino del Rao de los Pájaros que aparece en el margen izquierdo de la carretera.   Durante esta parte del recorrido caminamos por paisajes abiertos, con rocas y pastizales. Continuamos por este camino durante 1,5 Km. cuando giramos a la izquierda por el Camino del Lomo de los Molinos que nos lleva hasta el Camino del Monasterio de la Verde, camino este empedrado a tramos por losas de pizarra, por el que comenzamos un descenso de 2 Km. entre bancales de olivos y densa vegetación compuesta por encinas, alcornoques, madroños y enebros. A la izquierda aparece el arroyo de la Ropinal.

El camino desemboca en la entrada del poblado del Salto de Aldeadávila, donde en principio hacemos una parada para almorzar.

En el poblado encontramos la ermita del monasterio de Santa María de la Verde, donde vivía una congregación franciscana. Fue desamortizado por Mendizabal y en el primer tercio del S. XIX fue abandonado. Con los restos de la ruina se reconstruyó la ermita y se construyeron parte de los edificios del poblado.

A la salida del poblado encontramos las marcas del GR a la altura de unas naves dedicadas a talleres, el camino pasa entre ellas y nos lleva al puente de la Ropinal.

En este momento nos llevamos la sorpresa, el puente no está en su lugar. Lo están reconstruyendo y nadie ha tenido la precaución de habilitar ningún paso alternativo. Debido a esto y a lo crecido que baja el arroyo que nos hace imposible el vadeo, tenemos que, muy a nuestro pesar, dar por finalizada la jornada sin llegar caminando a nuestro destino, Vilvestre.

Llegamos a Vilvestre en coche y nos da tiempo a hacer una larga visita al pueblo  antes de sentarse a empapuzarnos en el Bar Restaurante el Almendro, donde dimos cuenta de un excelente potaje, exquisita carrillera, sabroso cochinillo y tierno lechazo, todo ello regado con los vinos de D.O. Arribes del Duero.

miércoles, 28 de enero de 2009

Los Arribes, paraíso inexplorado

La semurandarina Irene, ha publicado en La Opinión de Zamora un reportaje sobre el camino que estamos recorriendo, podeis verlo haciendo clic en este enlace.

lunes, 19 de enero de 2009

GR14, Senda del Duero, Trabanca Masueco, 18 de enero de 2009


Desde el frontón de Trabanca, donde dejamos los coches, salimos hacia la carretera de Cabeza de Faramontanos y al llegar a la altura de unas naves de ganado, tomamos el camino que sale a la derecha, enseguida llegamos a una portera que cruzamos y a partir de aquí el camino transcurre paralelo a la valla de la izquierda, hasta que llegamos el regato de Navatroncon que cruzamos por una pontonera y tras 1 km. llegamos al Camino de Contumero por el que seguimos durante 2 km, cuando tomamos el Camino del Pilo o de San Roque que sale a la izquierda y que nos lleva hasta Villarino de los Aires tras recorrer 4 km.

En Villarino bajamos en dirección a la Iglesia de Santa María la Mayor y desde aquí buscamos la carretera de la central por la que bajamos unos 2 km donde sale a la izquierda un sendero que discurre paralelo al Arroyo de los Cabrones y que nos introduce en un boque de rebollos y castaños. Este sendero nos lleva hasta Pereña en donde entramos por la calle Almerganales, nombre local de los granados.

En Pereña destacan la iglesia gótica del siglo XV y un arco de piedra que da acceso a la plaza.

Salimos de Pereña por el Camino de los Cuernos que lleva al Pozo de los Humos y que abandonamos tras 2,5 km siguiendo el camino que sale a mano izquierda y que nos llevará a la carretera SA-Cv-101 tras recorrer 3 km. A la derecha de la carretera vemos el río de las Uces en el que contemplamos algunos saltos de agua. Tras cruzar un puente tomamos el camino que sale a la derecha y que, tras pasar al lado de la casa del Abogao, nos deja en nuestro destino, Masueco, localidad en la que se encontró un verraco vetton y que conserva algunos edificios antiguos y una iglesia del siglo XVI consagrada a San Nicolás de Bari.

En Masueco reponemos la energías perdidas con nuestro consabido empapuce, perpetrado en el Mesón el Zebadero, donde fuimos bien recibidos, debidamente atendidos y sobradamente saciados.