miércoles, 28 de enero de 2009

Los Arribes, paraíso inexplorado

La semurandarina Irene, ha publicado en La Opinión de Zamora un reportaje sobre el camino que estamos recorriendo, podeis verlo haciendo clic en este enlace.

lunes, 19 de enero de 2009

GR14, Senda del Duero, Trabanca Masueco, 18 de enero de 2009


Desde el frontón de Trabanca, donde dejamos los coches, salimos hacia la carretera de Cabeza de Faramontanos y al llegar a la altura de unas naves de ganado, tomamos el camino que sale a la derecha, enseguida llegamos a una portera que cruzamos y a partir de aquí el camino transcurre paralelo a la valla de la izquierda, hasta que llegamos el regato de Navatroncon que cruzamos por una pontonera y tras 1 km. llegamos al Camino de Contumero por el que seguimos durante 2 km, cuando tomamos el Camino del Pilo o de San Roque que sale a la izquierda y que nos lleva hasta Villarino de los Aires tras recorrer 4 km.

En Villarino bajamos en dirección a la Iglesia de Santa María la Mayor y desde aquí buscamos la carretera de la central por la que bajamos unos 2 km donde sale a la izquierda un sendero que discurre paralelo al Arroyo de los Cabrones y que nos introduce en un boque de rebollos y castaños. Este sendero nos lleva hasta Pereña en donde entramos por la calle Almerganales, nombre local de los granados.

En Pereña destacan la iglesia gótica del siglo XV y un arco de piedra que da acceso a la plaza.

Salimos de Pereña por el Camino de los Cuernos que lleva al Pozo de los Humos y que abandonamos tras 2,5 km siguiendo el camino que sale a mano izquierda y que nos llevará a la carretera SA-Cv-101 tras recorrer 3 km. A la derecha de la carretera vemos el río de las Uces en el que contemplamos algunos saltos de agua. Tras cruzar un puente tomamos el camino que sale a la derecha y que, tras pasar al lado de la casa del Abogao, nos deja en nuestro destino, Masueco, localidad en la que se encontró un verraco vetton y que conserva algunos edificios antiguos y una iglesia del siglo XVI consagrada a San Nicolás de Bari.

En Masueco reponemos la energías perdidas con nuestro consabido empapuce, perpetrado en el Mesón el Zebadero, donde fuimos bien recibidos, debidamente atendidos y sobradamente saciados.