domingo, 6 de febrero de 2011

Carrascal Presa de San Román



Este domingo vamos a dar una vuelta por Zamora, no os alarméis, que no os vamos a contar un paseo por Santa Clara, vamos a visitar Carrascal que es un barrio de Zamora situado en la margen izquierda del Duero al oeste de la ciudad que se incorporó a la capital en la década de los 70.

El día amaneció con niebla lo que nos impidió disfrutar las vistas de la primera parte de la ruta. Salimos de Carrascal buscando la orilla del Duero, que seguiremos gran parte de la ruta, pasamos por la Seosa y subimos a Las Canteras un farallón rocoso que viene a ser el primer aviso de lo que más adelante serán los que enmarcan el curso del río, y desde el que se contemplan unas magníficas vistas, siempre que no os pase como a nosotros que no nos quitamos la compañía de la niebla. Bajar de Las Canteras se nos complicó un poco pero al final conseguimos dar con un paso que nos permite llegar a una rodera al borde de las Pajarancas que nos lleva al camino que lleva a la casa de la dehesa de Congosta, donde podemos ver los restos de la aceña de Congosta en la orilla del río. Continuamos nuestra marcha por el camino que vemos a la derecha de la casa y que discurre por la orilla del río, cruzamos el arroyo de la Rivera de Campeán, en esta zona es fácil ver algunas aves acuáticas, tras 2,5 Km llegamos a la Presa de San Román construida por la sociedad El Porvenir de Zamora y proyectada en 1898 por el ingeniero Federico Cantero Villamil.

La originalidad de dicho proyecto estribaba en aprovechar la curva que el Duero describía ocho kilómetros aguas abajo de Zamora para construir una presa en un extremo de la curva y unirla mediante un túnel transversal a una central en el otro extremo, distante un kilómetro y medio. De esta forma se obtenía un salto de agua efectivo de catorce metros, suficiente para producir la energía eléctrica que necesitaban Zamora y Salamanca gracias a dos grupos de quinientos caballos, y después Valladolid mediante la incorporación de cinco grupos de mil cada uno. En 1898 se fundó El Porvenir de Zamora con un capital de 1.400.000 pesetas, que se convertirían en pocos años en 3.300.000 para llevar a cabo las obras de la presa, el túnel y la central. En enero de 1903 se inauguraron los dos primeros grupos, y los cinco siguientes lo fueron en 1907, haciendo realidad el salto de San Román. Zamora, Salamanca y Valladolid, así como los pueblos de sus comarcas -en total más de cien mil personas- quedaron abastecidos de electricidad.

Continuamos nuestra marcha aguas abajo y tras 1 Km tomamos el segundo camino que sale a nuestra izquierda (el primero finaliza en una finca y no tiene continuidad), este camino desemboca en una parcela que bordeamos por la linde y llegamos a un camino que se encuentra cerrado con una valla que en esta ocasión encontramos cerrada por lo que procedemos a saltarla, después de este magno esfuerzo decidimos parar a almorzar. Durante la colación el sol ganó fuerza y consiguió finalmente disipar la niebla pudiendo contemplar por primera vez una panorámica de la zona.

Repuestas fuerzas retomamos la marcha y tras 100 m seguimos por el camino de la izquierda que nos baja hacia revuelta del meandro que describe el Duero, tras recorrer 2 Km llegamos a la Central Eléctrica de San Román. Continuamos por el camino asfaltado que desemboca en el camino de la carba y de frente vemos una valla verde que, como no, también se encuentra cerrada y que, como no, con la agilidad que nos caracteriza, procedemos a saltar, bajamos una cuesta de unos 500 m y estamos nuevamente en la Presa de San Román a partir de aquí regresamos a Carrascal por el mismo camino por donde vinimos, ahora sin la compañía de la niebla, pudiendo disfrutar de las vistas del Duero que por la mañana nos perdimos.

Tras 6 Km llegamos a Carrascal algo cansados y con un hambre que pudimos saciar en el Mesón Puente de Piedra, a base de arroz a la zamorana, filetes de ternera y merluza.

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